En Lyngua Translations somos grandes fanáticas de la comida. Y, cómo no, teníamos que dedicarle una entrada. El español es una lengua rica (je, je) en expresiones idiomáticas, y cuando preguntamos por cosas famosas de España a un inglés, por ejemplo, muy probablemente su respuesta sea «ole, tortilla, paella». Hoy hablamos de varias expresiones que están relacionadas con alimentos o platos. ¡Vamos a ello!

Me importa un pimiento
Esta expresión y su variante «me importa un pepino» son bastante frecuentes en español, quizá con alguna palabra malsonante por ahí… para decir que lo que alguien te está contando no te importa nada. ¿De dónde procede?
En el siglo XVII, era muy común que los pintores representasen bodegones en sus cuadros, en los que aparecían limones, granadas, uvas… pero rara vez aparecían pimientos, por no decir nunca. Esto se debía a que los pintores querían mostrar sus dotes y para ello elegían elementos que resultasen complicados (no me digas que pintar un limón no es difícil, te reto a hacerlo). Por ello, el pimiento, al igual que el pepino, quedaban descartados, porque su complejidad no era digna de que los pintasen. Así, cuando alguien dice «me importa un pimiento», le importa lo mismo que a los pintores del siglo XVII: nada.
Cortar el bacalao
¿Quién corta el bacalao? El que decide cómo y cuándo se hace algo, el que manda. El origen de esta expresión se remonta al siglo XVI. En esta época, empezó a consumirse mucho bacalao en salazón. En las colonias españolas, servían este pescado a los esclavos, que hacían largas colas para que les dieran su ración. El capataz era quien se encargaba de cortar y repartir el bacalao entre los que le servían.
Es por esto que cuando decimos que alguien es el que corta el bacalao nos estamos refiriendo a que es quien manda.
A la sopa boba
Todos conocemos a alguien que «está a la sopa boba». Esta persona se dedica a vivir de las rentas, a conseguir su sustento sin esforzarse. ¿Qué es la sopa boba y por qué significa vivir sin esforzarse?
La sopa boba era una sopa que se servía en la Edad Media a quienes no tenían recursos, y no está muy claro de dónde viene su nombre. Hay quienes piensan que se llamaba así por el gesto facial de abrir la boca que hacían los mendigos, otros que creen que se trata de la pobreza de los ingredientes lo que le dio su nombre, y otros que opinan que se llamó así de forma peyorativa por los destinatarios de esa sopa: mendigos y gente sin recursos, como ya hemos dicho, lo que consideraban la gente más boba de la sociedad.
Sin embargo, es algo contradictorio por dos razones: los mendigos no son necesariamente gente boba, y además, porque se empezó a popularizar entre los jóvenes estudiantes, que acudían a donde se repartía esta sopa para que les dieran de comer.
Con el tiempo, este plato dio lugar a la expresión que conocemos y usamos hoy en día. ¿Cuál de las tres opciones para designar a la sopa boba con ese nombre te convence más?
Dárselas a alguien con queso
Qué rico el queso, ¿verdad? A nosotras nos encanta. Y a quienes probaban vinos pasados en la Edad Media también les gustaba. Sin embargo, la expresión no tiene una connotación positiva: significa engañar, poner un cebo a alguien para conseguir algo. Te contamos por qué:
Los antiguos taberneros españoles iban a La Mancha para comprar vino allí, porque en aquella época los vinos manchegos tenían mucha fama. Los bodegueros, que tenían mucha experiencia, identificaban a los compradores novatos y «se las daban con queso», literalmente. Cuando llegaba el momento de la cata, les daban vino picado para darle salida y no tener que tirarlo, y para evitar que descubrieran el mal sabor, lo acompañaban con queso fuerte, que lo camuflaba.
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