Es muy común escuchar: «Uno de mis amigos vive cerca mío». Hemos llegado a oír «cerca mía». Craso error. Sin embargo, «al lado mío» sí se puede decir. ¿Por qué? Os contamos cómo saber cuándo se puede usar el posesivo tónico «mío» y las demás formas según la persona y cuándo, por el contrario, se trata de un error.

Cómo comprobar sus usos
La manera de comprobar si se puede utilizar ese pronombre es muy sencilla, aunque quizá a muchos se nos olvide antes de hablar (es lógico, al tratarse de nuestra lengua materna, no solemos pensar en si lo que decimos es correcto o no lo es). El posesivo, como su propio nombre indica, nos marca que tenemos algo. Esa es una de las formas de saber si lo estamos empleando bien. En los dos ejemplos del principio, sí podemos tener un lado, aunque no sea de forma literal, pero no podemos «tener un cerca». Por eso no se puede usar así.
De todos modos, hay una manera mucho más sencilla de comprobar si podemos usar «mío» según qué contexto y es cambiándolo por el posesivo átono «mi». Son exactamente lo mismo, pero de forma apocopada. Esto significa que «mi» es la forma corta de «mío», y así sucesivamente con el resto de posesivos. El posesivo apocopado va siempre colocado delante del sustantivo al que acompaña, puesto que siempre se trata de un determinante.
Diferencias
Entonces, si decimos que son lo mismo, ¿los podemos intercambiar? Justo de eso se trata el truco que os presentamos para comprobar si se puede usar o no. Lo que vamos a hacer es intercambiar el «mío» por «mi», y si funciona, lo podemos utilizar, pero si no, no podremos usar «mío» y tendremos que utilizar «de mí» (que, como curiosidad, nunca va a expresar posesión, aunque «de Juan», por ejemplo, sí la expresa).
Vamos a verlo con el ejemplo de antes: «Uno de mis amigos vive cerca mío». Para saber si ese «mío» está bien utilizado, vamos a sustituirlo: «Uno de mis amigos vive en mi cerca». Esta frase no tiene sentido teniendo en cuenta lo que queremos decir. Por lo tanto, «mío» no está bien utilizado, así que tendremos que decir «cerca de mí». Vamos a ver si en la frase «Siéntate al lado mío», ese «mío» está bien empleado. Lo sustituimos por «mi»: «Siéntate a mi lado». Funciona, ¿verdad? Entonces en este caso sí lo podemos utilizar.
¡Comprueba si lo has entendido con este ejercicio con soluciones!