
Si estás empezando en el mundo de la traducción o aún no has empezado, seguramente tengas el miedo de no recibir proyectos, que no te llamen tras superar pruebas de traducción… Puede llegar a ser muy frustrante, lo sabemos de buena tinta. Por eso, os traemos una serie de “consejos para novatos de gente un poco menos novata”.
Lo primero de todo: no te agobies
Ya, es fácil decirlo, sobre todo si has decidido empezar como autónoma y el pago de la cuota se acerca, pero piénsalo: agobiarte no te va a ayudar a conseguir un encargo y solo va a hacer que te sientas peor, quizá aparezca el temido síndrome del impostor… En resumen: si no te aporta, intenta evitarlo.
Recuérdale a ese cliente que aún estás disponible
Nunca está de más mandar un correo con un breve recordatorio. Las empresas a menudo trabajan con muchos traductores, y nunca está de más, si hace tiempo que no hablas con algún cliente, recordarle que estás dispuesta a seguir traduciendo sus encargos. En el correo intenta recordar tu combinación de idiomas para que le resulte mucho más fácil “ubicarte” y así probablemente sea más fácil también que te envíe proyectos. También puedes recordarle la especialidad o especialidades con las que trabajas. Se trata de algo sencillo y que no te llevará mucho tiempo, pero a menudo es eficaz.
¡Busca nuevos clientes!
Esto es bastante obvio, pero te lo recordamos: cuando no tienes encargos que ocupan tu tiempo, es el momento de enviar currículums a todos los posibles clientes que encuentres. De todos modos, asegúrate de que son “buenos clientes” (que pagan a tiempo, no ofrecen malas condiciones, etc.) preguntando a compañeras o en sitios como ProZ o la lista de distribución de ATRAE.
Intenta personalizar los correos al máximo, para que quien lo reciba sepa que estás dirigiéndote a esa persona, no a ella y otras 300 más (aunque seguramente sea así). A todos nos gusta ser el receptor único de un correo, en vez de formar parte de una larga lista de receptores.
Actualiza tu currículum y tus redes sociales
Esto hazlo, por supuesto, antes de enviar correos a todas las empresas de las que hablábamos antes. Sobre todo, el currículum. Las redes sociales son algo que cada uno lleva de una forma distinta y quizá tú le des menos importancia, y por ello no necesites actualizarlas, o si le das mucha importancia, ya están al día. Pero este es el momento idóneo para hacerlo.
¡Actualízate tú!
¿Llevas tiempo con un curso en mente? Es el momento. Aprovecha las épocas de menos trabajo para formarte. La traducción, al igual que muchas otras profesiones, requiere que nos sigamos formando eternamente. Así que ya sabes, ¡matricúlate en ese curso que querías hacer y nunca hiciste!
¿Qué otros consejos darías? ¡Te leemos en los comentarios!