¡Volvemos con una entrega de «Expresiones con…»! El día del padre se acerca, así que hoy hablamos de la familia. Vamos a ello.

Éramos pocos y parió la abuela
Seguro que has utilizado esta expresión en algún momento. Se utiliza en ocasiones en las que han pasado muchas cosas, y aun así ocurre una más, que es «la gota que colma el vaso». ¿De dónde procede esta expresión?
La ironía es muy común en el habla coloquial español. En la expresión «éramos pocos y parió la abuela», aparece. El hecho de que una persona anciana tenga hijos a su edad resulta muy difícil, prácticamente imposible. Esto explica la segunda parte de la expresión.
Si lo juntamos con la primera parte, obtenemos una ironía cuando menos, curiosa, en la que se dice que ya bastantes personas éramos, como para que encima la abuela tenga un hijo más. Es la unión de las dos partes y su interpretación la que da el significado completo a la expresión.
Cuando seas padre, comerás huevos
Nosotras lo hemos oído de niñas cientos de veces, sobre todo cuando pedíamos algo que tenían nuestros padres y no nos dejaban tenerlo. «¡Pero si tú sí lo tienes!», decíamos. «Cuando seas madre, comerás huevos», nos respondían. Estamos seguras de que, si algún día tenemos hijos, esta expresión formará parte de nuestro vocabulario habitual.
El origen de esta expresión está en aquellos tiempos en los que escaseaba la comida, había pobreza y las familias no podían comer en condiciones. Era común en aquella época que en cada familia hubiera una gallina, que ponía uno o dos huevos al día, en los mejores casos.
Cuando se encontraban con la «sorpresa», el alimento se reservaba casi siempre al padre, que es quien tenía que trabajar y quien, por ende, necesitaba más alimento. Por lo tanto, los niños generalmente tenían una dieta mucho menos rica y pasaban hambre, con lo que les pedían el huevo a sus padres. Los padres respondían: «Cuando seas padre, comerás huevos».
Como el que tiene un tío en Alcalá
La expresión completa es «El que tiene un tío en Alcalá, ni tiene tío ni tiene ná». Se utiliza para hablar de alguien que presume de tener algo, pero comenta que ese algo está lejos, o no puede acceder a ello en el momento en que lo dice. Por ejemplo, estás traduciendo una película y se te estropean los auriculares. En ese momento, llega a casa un familiar y le cuentas lo que ha pasado. Entonces, ese familiar te dice: «Ay, pues yo tengo en casa unos cascos que funcionan de lujo». Tu respuesta será: «Claro, y yo tengo un tío en Alcalá».
El origen de esta expresión es incierto, hay principalmente dos opciones:
La primera nos habla de una breve obra de teatro titulada El tío de Alcalá, de Carlos Arniches, en la que un galán pretendía conquistar a una chica en su casa y ella, para evitarlo, colocó un garrote con un sombrero de hombre, y le dijo al galán que se trataba de «su tío de Alcalá». Cada vez que el galán intentaba conquistarla y se pasaba, ella amenazaba con llamar a su tío de Alcalá (que ni es tío ni es ná).
La otra opción que tenemos para esta expresión habla de cuando, durante el siglo XVI y XVII, los padres enviaban a sus hijos a estudiar a Alcalá de Henares. En las recomendaciones que los padres daban a sus hijos para ir a estudiar allí, se solía escribir, según el profesor Pancracio Celdrán: «Su merced vaya a visitar al canónigo Fulano, o al beneficiado Mengano o al profesor Zutano». Dichas recomendaciones se acostumbraban a finalizar con la coletilla «Y no olvide visitar a su tío». Este último, a menudo era inexistente.
¿Con cuál de las dos opciones te quedas? Déjanoslo en los comentarios. Haz clic aquí para más expresiones.