Si trabajas con agencias españolas, sabrás en qué consiste el proceso para conseguir encargos con ellas. Ya seas traductor autónomo o en plantilla, la mayoría de los traductores tiene que enfrentarse a las temidas pruebas de traducción. Son sobre todo los traductores noveles quienes temen estas pruebas porque a menudo se trata de traducciones complicadas, aunque no demasiado largas (y si lo son, sospechad). También las temen los traductores más experimentados por ser a veces muy subjetivas y de carácter depredador.

¿Qué queremos decir con esto? A ver, en principio, las pruebas de traducción no son malas. Son textos cortos y específicos con alguna parte un poco complicada para comprobar el nivel del traductor con el que posiblemente trabajarán. Hasta aquí no hay ningún problema, ¿verdad?
Que no te la cuelen
En realidad, no es tan simple como parece. El caso es que cada vez más agencias utilizan las pruebas de traducción para aprovecharse de los traductores. Hace no mucho tiempo, salieron a la luz empresas que utilizaban las pruebas de traducción para sacar adelante un trabajo de manera gratuita.
En vez de utilizar fragmentos de ejemplo para comprobar el nivel de los solicitantes, mandaban el trabajo que se tenía que hacer dividido en pequeñas partes a cada solicitante. Ahora se entiende a lo que nos referimos con “de carácter depredador”, ¿no?
La empresa que hace uso de esta práctica en ningún momento pretende contratar a nadie, sino que está aprovechándose de los traductores (especialmente los principiantes) que no conocen cómo funcionan este tipo de pruebas. Te enseñamos cómo deben ser las pruebas de traducción, por si estás un poco perdido en tus comienzos (igual que estuvimos nosotras):
¿Cómo debe ser una prueba de traducción?
Hay dos tipos de pruebas: las pruebas de ejemplo y los proyectos cortos.
Proyectos cortos
A veces, la empresa te ofrecerá trabajar en un proyecto pequeñito para comprobar si encajas en el equipo. En ese caso, deben pagarte por hacer la prueba, dado que estás trabajando en un proyecto real que da beneficios a la empresa (excepto que se trabaje como voluntario).
Pruebas de ejemplo
Sin embargo, muy a menudo, las empresas envían pruebas de ejemplo. Es decir, un texto corto, de como mucho 1000 palabras, y eso ya nos parece algo largo. En el texto habrá dificultades relacionadas con la especialidad de trabajo de la agencia.
Puede que te pongan limitaciones en cuanto a programas a utilizar, o quizá te entreguen un glosario para que utilices su propia terminología. En el caso de que se trate de una prueba con un texto de ejemplo, entregarán el mismo texto a todos los solicitantes y las correcciones serán, por supuesto, lo más objetivas posible.
¿Son útiles estas pruebas?
Pero ¿son estas pruebas la mejor forma de evaluar las capacidades del traductor? En nuestra opinión, no siempre. En realidad, las pruebas de ejemplo de las que hablamos a veces poco tienen que ver con los textos con los que vas a trabajar en realidad, con lo cual, tus aptitudes en el tema de la prueba dan un poco igual. Para lo que sirven es para comprobar tu nivel de traducción de manera general.
Además, dependiendo de qué texto sea, puede llevarte mucho tiempo de documentación, traducción, revisión y corrección… todo esto sola y exclusivamente para optar a trabajar con una agencia, ni siquiera asegurando un puesto de trabajo, por supuesto. Y, aunque pases la prueba, puede que no recibas respuesta en meses, ¡a veces jamás vuelves a saber de la agencia!
Alternativas
¿Cuáles son, entonces, las alternativas? La empresa podría asignarte proyectos pequeños para ver cómo te desenvuelves y, en función de esto, decidir si mantiene la colaboración contigo o no. Siempre, por supuesto, dejando claras las condiciones del periodo de prueba.
Esta alternativa podría ser ideal para los traductores que acaban de entrar en el mundo laboral y aún no han podido crear un portfolio con sus traducciones. Para aquellos traductores que ya llevan un tiempo y tienen trabajos que mostrar, siempre y cuando tengan el permiso, podrían entregar muestras de proyectos similares a aquellos con los que la agencia suele trabajar.
¿Tú qué opinas: a favor o en contra de las pruebas de traducción? ¿Se trata de “blanco o negro” o hay grises en medio? ¡Te leemos en los comentarios!
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